Insomnio

Causas
Los hábitos de sueño que aprendimos de niños pueden afectar nuestros comportamientos de sueño como adultos. Cuando repetimos estos comportamientos durante muchos años, se convierten en hábitos.
Los malos hábitos del sueño o del estilo de vida que pueden causar insomnio o empeorarlo son:
- Acostarse a una hora diferente cada noche
- Hacer siestas diurnas
- Baja calidad del ambiente para dormir, como demasiada luz o demasiado ruido
- Pasar demasiado tiempo en la cama mientras se está despierto
- Trabajar turnos al caer de la tarde o de noche
- No hacer suficiente ejercicio
- Ver televisión, utilizar la computadora o el teléfono inteligente en la cama.
El uso de algunos medicamentos y fármacos puede también afectar el sueño:
- Alcohol u otros fármacos
- Tabaquismo excesivo
- Consumo excesivo de cafeína, especialmente en las últimas horas del día
- Acostumbrarse al uso de ciertos tipos de medicamentos para dormir
- Algunos medicamentos para el resfriado y píldoras para adelgazar
- Otros medicamentos, hierbas, o suplementos prescritos por su médico o de venta libre
Las cuestiones de salud mental, social y física pueden afectar los patrones de sueño, como:
- Trastornos de ansiedad
- Trastorno bipolar
- Ciertas afecciones, como la enfermedad tiroidea
- Sentimientos de tristeza o de depresión. Con frecuencia, el insomnio es el síntoma que hace que las personas con depresión busquen ayuda médica.
- Dolor o malestar físico
- Estrés, ya sea de corta o de larga duración. Para algunas personas, el estrés causado por el insomnio dificulta incluso más la conciliación del sueño.
Los patrones de sueño, con la edad, tienden a cambiar. A muchas personas les parece que el envejecimiento les hace tener más dificultades para conciliar el sueño y que despiertan con más frecuencia.
Síntomas
Las quejas o síntomas más comunes de las personas con insomnio son:
- Dificultad para quedarse dormido en la mayoría de las noches.
- Sentirse cansado o quedarse dormido durante el día.
- No sentirse renovado al despertar.
- Despertar varias veces durante el sueño.
Las personas que sufren de insomnio primario tienden a mantenerse pensando en dormir lo suficiente. Cuanto más tratan de dormir, mayor es la sensación de frustración y de preocupación, y más difícil se torna conciliar el sueño.
La falta de sueño sosegado puede afectar su capacidad para realizar las actividades diarias porque está cansado o tiene dificultad para concentrarse.
Tratamiento
Es importante recordar que no dormir ocho horas cada noche no significa que usted está poniendo su salud en riesgo. Las personas tienen diferentes necesidades de sueño. Para algunas personas es suficiente 6 horas de sueño en la noche, mientras que otras sólo se sienten bien si duermen entre 10 y 11 horas.
El tratamiento con frecuencia se inicia con una revisión de los fármacos y de cualquier afección que pueda estar causando o empeorando su insomnio.
Pensar acerca de cualquier hábito del sueño o del estilo de vida que pueda estar afectando su sueño es un próximo paso importante, a lo cual se le denomina higiene del sueño. Hacer algunos cambios en sus hábitos de sueño puede mejorar o solucionar su problema de insomnio.
El uso de medicamentos en el tratamiento del insomnio puede en ocasiones ser útil, pero puede haber riesgos:
Los antihistamínicos (el principal ingrediente en las pastillas para dormir de venta libre) pueden, con el tiempo, causar problemas con la memoria, especialmente en los ancianos.
Utilice los sedantes sólo bajo estricto control de su médico, ya que pueden ocasionar tolerancia y en ocasiones dependencia. La suspensión súbita de estos medicamentos puede ocasionar insomnio de rebote y síndrome de abstinencia.
Dosis bajas de algunos medicamentos antidepresivos pueden servir. Estos medicamentos no llevan a los mismos problemas de tolerancia y dependencia que los sedantes.
Puede ser útil consultar con un psiquiatra o con otro profesional en salud mental para identificar un trastorno del estado de ánimo o de ansiedad que pueda ocasionar el insomnio.
Ellos pueden utilizar psicoterapia, como la terapia conductual cognitiva para ayudarle a ganar control sobre la ansiedad o la depresión.
El psiquiatra puede también recetar antidepresivos u otro tipo de medicamento que le ayude con su problema para dormir y cualquier trastorno del estado de ánimo o de ansiedad que usted pudiera tener.
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