Celulitis
Celulitis generalizada: Es exclusiva de las mujeres con obesidad y desórdenes alimenticios. Aparece en la pubertad, y empeora con los años.
Celulitis localizada: Aparece en la pubertad, la adolescencia, y la adultez (hasta los 35 años). Produce gran dolor y pesadez (piernas cansadas). Se localiza en piernas, abdomen, glúteos, tobillos, espalda, brazos y debajo de los hombros.
Celulitis dura: Es propia de mujeres deportistas o bailarinas con músculos firmes y tonificados. Aparece junto con estrías, como resultado de una ruptura de las fibras elásticas de la piel. Para detectarla, hay que pellizcar la zona para ver la formación de la piel de naranja. Este tipo de celulitis no causa dolor.
Celulitis blanda: Es típica de las personas sedentarias, de las que abandonan la actividad física, y de las que suben y bajan de peso de forma brusca. Está celulitis viene acompañada de síntomas como fatiga, debilidad, nerviosismo, insomnio, y deformaciones como venas varicosas y edemas blandos con retención de líquidos.
Celulitis edematosa: Este tipo de celulitis se presenta en mujeres de cualquier edad, pero en especial en jóvenes y adolescentes. Afecta las piernas y se aprecia a simple vista la piel de naranja.
Grado 1: La piel tiene un aspecto liso y uniforme tanto cuanto estás de pie como acostada y al pellizcarla no aparece piel de naranja.
Identifica que grado de celulitis tienes:
Grado 2: La piel sigue teniendo un aspecto liso y uniforme, pero al pellizcarla o al contraer la musculatura aparece la piel de naranja.
Grado 3: La piel está lisa al estar acostada, pero al levantarnos ya podemos percibir la piel de naranja.
Grado 4: Se ve la celulitis tanto cuando estamos de pie como cuando nos acostamos, sin embargo su percepción es leve.
Grado 5: Es el grado más grave, cuando podemos percibir la celulitis tanto acostadas como en pie, con o sin pellizcos.
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